El sin fin de reacciones químicas que se producen cuando nos disponemos amar, generan en nosotros sentimientos tan contradictorios que van desde la felicidad, hasta la melancolía o la frustración; enamorar a otra persona supone casi toda una ecuación matemática: en el numerador puede estar lo que hace especial a esa persona, en el denominador el punto común, pero hay que sumarle delicadisimos gestos de ternura, multiplicar por paciencia y llevar al cuadrado la persistencia, suena fácil pero hagámoslo.....ya la situación es otra vaina, máxime que aun cuando se desarrolle la ecuación de forma perfecta, el resultado no siempre será el que queramos.
Decidí apostar y recrear esta ecuación, en el desarrollo de la misma identifique la misma tiene a ser mezquina, o mejor a introducirnos al error, con ella se da por sentado que la otra parte aceptara las variables que sometimos al calculo; ademas que puede que nosotros nos veamos en la obligación de ajustarla para que se acomoden a la otra persona, en ese sentido las variables no llegaran al resultado que buscamos
En las relaciones de pareja no basta con la convicción de querer o de amar, se debe tener sobre la mesa sentimientos como la empatia, la complicidad, la reciprocidad el respeto, mas otros elementos de una larga lista que requiere en el sentimiento sublime del amor, tal sentimiento no se construye de un día para otro, toma tiempo y para todos es diferente.
Cuando en la ecuación solo unos de los dos esta en la posición adecuada, el calculo se estanca, y de estar en culmen de los sentimientos bonitos, pasamos a los no tan bonitos, la frustración la tristeza, la melancolía.
Ahora para explicar el título de la entrada "Si, hice arroz" y como un acto de contrición la frase la escribió alguien en medio de una conversación en unas estas redes " milenials" a quien en cierta medida quisiera conocer mas, y si la vida nos da tiempo y chance algo mas.....miento, no tiene caso insistir donde alguien no quiere estar.
Nuestras conversaciones retumban en monosílabos, casi que el sistema operativo del celular predice de manera siniestra el hilo de nuestras tertulias. En estos días nuestras conversaciones no pasan del Hola, "¿Como te fue? bien, a ti?"si pregunto que comió o si prepara aquello, la respuesta con pasional prosa no pasa de "Si, hice arroz" y si preguntamos como estuvo el arroz la respuesta culinaria mas descriptiva sera " ahí se va", deseo mas de un monosílabo, una conversación, un momento, y claro este no será el nuestro.
Autor: Onel Baron Niño
Cortesia Fotografica: Image Party/ Pixabay.com con Licencia Creative Commons.