Fue necesario una pandemia para recordar que lo realmente importante no tiene precio, que aun cuando creíamos estar solos, realmente no lo estábamos; lo urgente podía esperar, que el tiempo realmente no pasa tan rápido.
Que nuestros actos no siempre fueron buenos; que habíamos olvidado la sensación que genera un abrazo, un te quiero o un te extraño; que existía una vida que no se publicada en redes, que teníamos problemas y los disimulábamos bien.
Fue necesario para reconocer que necesitábamos del otro, tambien para percibir que las aves siempre cantaban y que el silencio era posible; las nubes podrían tener otros colores, no solo grises; al atardecer habían mas de mil colores , mientras que la noche realmente no era solo oscuridad.
Entendimos que todos somos vulnerables, la muerte esta a la vuelta de la esquina, la ciencia ni el dinero no lo puede todo y ha nosotros nos faltaba humanidad.
Autor: Onel Baron Niño
Crédito, fotografía de: Sogard/ Pixabay - con Licencia Creative Commons